Alergia primaveral: Cómo la microbiota intestinal y los probióticos pueden marcar la diferencia

La llegada de la primavera trae consigo flores, días más largos y, para muchos, una serie de síntomas molestos como estornudos, picazón ocular y dificultad para respirar. Estos síntomas, asociados a la alergia primaveral, pueden estar influenciados por factores internos como el equilibrio de nuestra microbiota intestinal. Investigaciones recientes sugieren que desequilibrios en esta microbiota pueden desencadenar o empeorar síntomas como la rinitis, la conjuntivitis y el asma. Además, tratamientos con probióticos específicos, como aquellos a base de Enterococcus faecalis o Escherichia coli, pueden modular la respuesta inflamatoria y alérgica.

 

Alergia primaveral

Causas de la alergia primaveral

La alergia primaveral, también conocida como rinitis alérgica estacional, es una respuesta exagerada del sistema inmunológico a alérgenos comunes en esta época del año, como el polen de árboles, pastos y malezas. Los síntomas incluyen estornudos, congestión nasal, picazón en los ojos y, en casos más severos, asma. Factores genéticos, ambientales y el estado del sistema inmunológico influyen en la susceptibilidad y severidad de estas reacciones.

La microbiota intestinal y su influencia en las alergias

La microbiota intestinal, compuesta por billones de microorganismos, desempeña un papel crucial en la regulación del sistema inmunológico. Un desequilibrio en esta microbiota, conocido como disbiosis, puede alterar la respuesta inmunitaria, favoreciendo reacciones alérgicas. Esto ocurre porque la mayor parte de nuestro sistema inmune se encuentra en el intestino y es esta microbiota intestinal la que le “enseña” cómo y a qué tiene que reaccionar.

Por eso, en niños nacidos por cesárea o que no han recibido lactancia materna, es más frecuente encontrar problemas de alergia, asma, dermatitis… ya que al no recibir las bacterias beneficiosas de la madre, desarrollan una disbiosis intestinal que repercute en su funcionamiento inmune.

Estudios han demostrado que personas con alergias presentan una diversidad microbiana reducida y una menor presencia de bacterias beneficiosas. Este desequilibrio puede aumentar la permeabilidad intestinal, permitiendo que alérgenos atraviesen la barrera intestinal y desencadenen respuestas inmunitarias exacerbadas.

Probióticos específicos: Enterococcus faecalis y Escherichia coli

El uso de probióticos para restaurar el equilibrio de la microbiota intestinal ha ganado atención en el tratamiento de enfermedades alérgicas. En particular, cepas específicas como Enterococcus faecalis y Escherichia coli han mostrado efectos prometedores.

  • Enterococcus faecalisUn estudio publicado en International Forum of Allergy & Rhinology demostró que el tratamiento con Enterococcus faecalis mejoró los síntomas de la rinitis alérgica estacional en pacientes, sugiriendo su capacidad para modular la respuesta inmunitaria y reducir la inflamación .

  • Escherichia coliInvestigaciones han indicado que la administración oral de Escherichia coli como probiótico puede reducir la frecuencia de alergias y infecciones repetidas en etapas posteriores de la vida, destacando su papel en la prevención y modulación de respuestas alérgicas.

  • La combinación de ambas bacterias en forma de autolisado puede entrenar al sistema inmunitario y ayudar a restaurar el equilibrio inmunológico.

La combinación de ambas bacterias en forma de autolisado, es decir, un postbiótico, contribuye a amortiguar las respuestas inmunitarias excesivas, al equilibrio Th1/Th2 y a reducir IgE y citoquinas proinflamatorias.

Integración de probióticos en el tratamiento de la alergia primaveral

Incorporar probióticos específicos en el tratamiento de la alergia primaveral puede ofrecer una estrategia complementaria para aliviar los síntomas y mejorar la calidad de vida. Estos probióticos actúan entrenando al sistema inmunitario, promoviendo una respuesta más equilibrada frente a los alérgenos. Es importante consultar con un profesional de la salud antes de iniciar cualquier suplementación, para asegurar la elección adecuada de cepas y dosis.

Conclusión

La alergia primaveral es una condición compleja influenciada por múltiples factores, incluyendo el estado de nuestra microbiota intestinal. Comprender y abordar los desequilibrios microbianos mediante el uso de probióticos específicos como Enterococcus faecalis y Escherichia coli puede ofrecer nuevas vías para el manejo y prevención de los síntomas alérgicos. A medida que la investigación avanza, estas estrategias podrían integrarse de manera más prominente en los enfoques terapéuticos para las alergias estacionales