almidón resistente

Almidón Resistente, un carbohidrato con función fisiológica

Gibson et al. en una publicación del 2010 ya consideraba al prebiótico como aquel ingrediente cuya fermentación selectiva produce unos cambios...

Autor: Juan BarcielaNutricionista

Almidón Resistente, un carbohidrato con función fisiológica

Gibson et al. en una publicación del 2010 ya consideraba al prebiótico como aquel ingrediente cuya fermentación selectiva produce unos cambios específicos en la composición y/o actividad de la microbiota intestinal, proporcionando de esta forma una seria de beneficios para la salud. Esta establecido como norma general que los prebióticos son exclusivamente fibras, pero otros compuestos tales como polifenoles también podrían ajustarse a esta definición.

Condiciones para considerar a una sustancia como prebiótico

  1. No ser hidrolizable, ni absorbible en el estómago o intestino delgado.
  2. Ser sustrato selectivo de bacterias beneficiosas del colon, provocando un aumento de su número o de su metabolismo.
  3. Alterar la flora, de forma que la modificación sea positiva (saludable), mediante la inducción de efectos beneficiosos a nivel local o sistémico en el huésped.

¿Cómo actúan?

Principalmente ejercen efectos bifidogénicos directos sobre especies constituyentes de la microbiota colónica, capacitados genéticamente para el metabolismo de diversos glúcidos complejos.

Indirectamente, sirven de alimento al resto de especies constituyentes de la microbiota estimulando la proliferación de bacterias beneficiosas frente a otros microorganismos potencialmente patógenos.

Almidón Resistente

Existen diferentes tipos de fibras alimentaria con acción prebiótica y entre ellos se encuentra el Almidón Resistente se define como la suma del almidón y de sus productos de degradación que no son absorbidos en el intestino delgado.

Existen cuatro tipos de Almidón Resistente:

  • Tipo 1 o AR1 (atrapado): se encuentran principalmente en los granos enteros de cereales y legumbres.
  • Tipo 2 o AR2 (cristalizado): esta estructura no puede ser atacado enzimáticamente. Sus fuentes son las patatas crudas y plátano verde.
  • Tipo 3 o AR3 (retrogradado): Es almidón que cambia su conformación ante fenómenos como el calor o el frío. Al calentar el almidón en presencia de agua se produce una distorsión de las cadenas de polisacáridos adquiriendo una conformación al azar, este proceso se denomina gelatinización. Al enfriarse comienza un proceso de recristalización, llamado retrogradación. Este fenómeno es responsable por ejemplo del endurecimiento del pan. Sus fuentes principales son pan, patatas cocidas y enfriadas y alimentos precocinados.
  • Tipo 4 o AR4 (modificado): almidón modificado químicamente de forma industrial.

Funciones fisiológicas

Estudios recientes señalan que la cantidad de almidón que alcanza el intestino grueso puede ser de 4 a 5 g/día, aunque en países donde la ingesta de hidratos de carbono es mayor, esta cantidad puede ser más elevada. Este almidón se comporta en el colon como un sustrato importante para la fermentación bacteriana colónica.

El consumo de almidón resistente estimula la microbiota intestinal productora de ácido butírico (por ejemplo Faecalibacterium prausnitzii y Roseburia spp.) y eleva su nivel en el intestino grueso. Con ello se optimiza el metabolismo de los colonocitos y mediante un mecanismo de retroalimentación aumenta la síntesis de mucina favoreciendo la función barrera de la mucosa intestinal.

La incorporación de técnicas diagnósticas (PCR) ha permitido un mayor conocimiento del importante papel que las bacterias muconutritivas juegan en el equilibrio de la microbiota y de la función intestinal, no sólo porcentualmente (suponen el mayor porcentaje de la microbiota junto a otros Firmicutes), sino también por su rendimiento metabólico (ác. butírico y otros ác. grasos de cadena corta).

Consumo de 5 gramos de almidón resistente por ración diaria

  •  Aumento selectivo de la concentración de ácido butírico en el colon.
  • Optimiza el aporte de nutrientes para las células del epitelio intestinal.
  • Apoya la función de barrera natural de la mucosa.
  • Descongestiona el hígado mediante el “sellado” del epitelio, en el síndrome de permeabilidad intestinal.
  • Favorece un valor pH fisiológico en el colon.
  • Estimula la motilidad intestinal sin peligro de una obstrucción intestinal.
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