Butirato, ¿ayudaría a combatir la obesidad?

Con la fermentación de la fibra dietética, nuestra microbiota intestinal produce ácidos grasos de cadena corta (AGCC), entre ellos, el butirato es el producido en menor proporción pero el más destacable por sus propiedades antiinflamatorias. Se produce en el colon y es un elemento clave en la nutrición del intestino, tanto para el mantenimiento como para la restauración de la integridad de la mucosa y del epitelio intestinal.

¿Por qué es necesario el butirato en el intestino?

Las principales funciones que realiza el butirato son las siguientes:

• Contribuye a mantener la homeostasis intestinal por sus propiedades inmunomoduladores y antioxidantes.
• Inhibe la actividad de las histonas deacetilasas así como potenciar la actividad de los macrófagos.
• Modula la inflamación regulando la actividad NF-kB.
• Estimula la producción de mucus intestinal por parte de Akkermansia muciniphila, lo que ayuda a disminuir la permeabilidad intestinal.
• Contribuye a reparar las Tight Junctions (uniones estrechas) intestinales. Su reparación da lugar a una mejora en la permeabilidad intestinal.
• Mejora la sensibilidad a la insulina y favorece el control de la glucemia.
• Tiene efectos reguladores sobre el peso y la composición corporal. Esto es debido a que ejerce un efecto anorexígeno ya que activa la secreción de hormonas implicadas en la saciedad.

Entonces, ¿Cómo puede ayudar el butirato con respecto a la obesidad?

Para el tratamiento de la obesidad, es importante hacer una regulación del equilibrio entre la ingesta y el gasto de energía en el organismo. Con respecto a la ayuda del butirato frente a eso, se ha podido ver que podría actuar como regulador del peso corporal ya que juega un papel importante sobre los componentes del balance energético, promoviendo el gasto energético y/o reduciendo la ingesta energética.

Además, se ha observado que el butirato que esta disminución en el aumento de peso es debido a que reduce la ingesta de alimentos.

Esto se debe al efecto hipofágico que presenta debido al aumento de las hormonas intestinales anorexigénicas que actúan directamente sobre el hipotálamo, encargado de regular la señalización de saciedad.

¿Cómo podemos obtener el butirato mediante la alimentación?

Debemos de recordar antes de nada lo que es un ‘prebiótico’. Un prebiótico se define como alimentos que estimulan el crecimiento bacteriano. En este caso, este incremento bacteriano vamos a obtenerlo por medio de la fibra que se encuentran en vegetales y frutas.

Las fibras dietéticas son ingredientes alimentarios no digeribles que alcanzan el colon y luego son fermentados por bacterias colónicas, dando lugar a la formación de AGCC. Por tanto, se debe optar por una dieta rica en fibra. Se ha observado una simbiosis perfecta entre la fibra y la producción de butirato por medio de las bacterias. El butirato producido por estas bacterias, ‘alimenta’ a las células epiteliales del intestino para que puedan fabricar la energía necesaria.

Los alimentos ricos en fibra que utilizan las bacterias intestinales principalmente para producir butirato son:

• Legumbres: Guisantes, lentejas.
• Vegetales: Coliflor, espárragos.
• Frutas: Manzana, plátano.
• Cereales integrales.
• Frutos secos: Almendras, pistachos

Además, nosotros mismos podemos formar fibra alimentaria de calidad por medio del almidón resistente.

¿Cómo lo podemos elaborar? Debemos de realizar la siguiente metodología:

1. Cocinamos alimentos ricos en almidón, como patata o arroz.
2. Se deja enfriar en la nevera durante mínimo 24 horas antes de consumir.

Para terminar, si no se consume la suficientemente fibra, sería interesante la suplementación de butirato para obtener todos los beneficios de este ácido graso de cadena corta en nuestro organismo.