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Modular la microbiota intestinal podría tener un impacto en las alteraciones de los niveles de colesterol y triglicéridos

Carole Picard y Marta Moreno nos explican cómo modular la microbiota puede tener impacto en los niveles de colesterol y triglicéridos

Colesterol y triglicéridos, unas alteraciones comunes en la población española

Las alteraciones de los niveles de colesterol y triglicéridos en sangre, es decir, de las grasas en la sangre (lípidos) se agrupan bajo el nombre de dislipemias. Entre el 30 y el 50% de los Españoles sufren de dislipemias, lo que hace uno de los factores de riesgo cardiovascular más prevalentes. Son un trastorno metabólico caracterizado por una elevación anormal de los niveles de colesterol, de las concentraciones de triglicéridos y concentraciones anormales de HDL (colesterol “bueno”) y LDL (colesterol “malo”), lipoproteínas esenciales para el transporte de los lípidos.

Se dividen en primarias y secundarias.

  • Dislipemias primarias: se caracterizan por trastornos en enzimas, receptores y metabolitos o de origen genético. Destaca la hipercolesterolemia familiar.
  • Dislipemias secundarias: estas dislipemias se deben fundamentalmente a otras enfermedades como diabetes mellitus (DM), hipotiroidismo y síndrome nefrótico entre otros. La hipertrigliceridemia, se debe normalmente a diabetes mellitus, mientras que la hipercolesterolemia es más habitual en no diabéticos.

Entre los factores de riesgo para el desarrollo de dislipemias encontramos la obesidad, tabaquismo, sedentarismo y malos hábitos alimenticios.

El impacto de la microbiota intestinal en la regulación de los niveles de lípidos en sangre

La microbiota intestinal se compone de bacterias, levaduras, virus, arqueas, fagos, etc. La homeostasis de la barrera intestinal está determinada por el equilibrio entre microbiota, inmunidad local y permeabilidad intestinal.

En el intestino se digieren y absorben las grasas y la microbiota intestinal es decisiva para modificar y transportar estas grasas.  El intestino y el hígado son los 2 órganos con el mayor impacto en el metabolismo del colesterol y triglicéridos.

En los últimos años, se ha estudiado la implicación de la microbiota en el metabolismo de las grasas como colesterol y triglicéridos.  Se ha sugerido que una alteración en la microbiota (disbiosis), podría tener una relación con el desorden de los niveles de lípidos (dislipemia) y las enfermedades cardiovasculares u metabólicas como obesidad, diabetes, hígado graso no alcohólico, etc. Ciertas bacterias podrían alterar la expresión de los genes involucrados en el transporte de las grasas

Relación entre disbiosis, dieta y niveles de colesterol y triglicéridos

Se han estudiado intervenciones en el estilo de vida para mejorar las disbiosis y el perfil lipídico. En uno de los métodos, se propuso una dieta corta de 15 días para pacientes con síndrome metabólico incluyendo alteraciones en colesterol y triglicéridos. En esta dieta se redujeron las grasas saturadas, la energía total ingerida y se aumentó la cantidad de fibra.

El resultado fue una mejora de la disbiosis intestinal aumentando los grupos Akkermansia Muciniphila y Faecalibacterium Prausnitzii, reduciendo los lipopolisacáridos (responsables de endotoxemias, inflamación crónica leve). A la vez, mejoraron todos los parámetros relacionados con el síndrome metabólico, incluidos los niveles de lípidos en sangre. Se necesitan intervenciones en el estilo de vida más largas, pero parece ser que mejorar la disbiosis a través de la dieta podría tener un impacto en los niveles lipídicos en sangre.

¿Qué puedes hacer para mejorar los niveles de colesterol y triglicéridos?

Se ha visto que el colesterol que viene de la alimentación apenas tiene impacto en los niveles de colesterol sanguíneo, por lo que reducir alimentos con grasas buenas o colesterol como huevo, aceite de oliva virgen extra, lácteos enteros o pescado azul no será beneficioso.

Sin embargo, reducir el consumo de hidratos de carbono simples y azúcares añadidos, encontrados comúnmente en los alimentos transformados sí muestra tener un efecto beneficioso.

Una dieta rica en fibra, legumbres, frutas y verduras, combinándolo con alimentos funcionales, es decir, alimentos fermentados (probióticos), será de gran utilidad para tratar las dislipemias. Un patrón dietético que se ajuste a estas características es la dieta mediterránea, una de las más saludables del mundo y que demuestra tener efectos beneficiosos sobre el colesterol sanguíneo y las enfermedades cardiovasculares. Esto combinado con el consumo de alimentos funcionales con  probióticos como kéfir, kombucha, chucrut, logrará un gran impacto mejorando la microbiota intestinal y la calidad de vida.

La implicación de los probióticos para mejorar la microbiota, el colesterol y los triglicéridos

Existen múltiples estudios que a lo largo de la última década la eficacia de la suplementación con probióticos para mejorar la microbiota y las dislipemias, reduciendo el colesterol total, el colesterol “malo” (LDL), los triglicéridos, y aumentar el colesterol “bueno” (LDL). Esta suplementación, además de mejorar la dieta y el estilo de vida, podría ser coadyuvante en el tratamiento de estos problemas. Las cepas más utilizadas en un total de 26 estudios venían del género Lactobacillus y Bifidobacterium, entre los cuales destacaban cepas como Lactobacillus Acidophilus LA-5 o Bifidobacterium animalis lactis BB-12, Lactobacillus ParacaseiLactococcus Lactis, etc.

Autoras: Carole Picard (nutricionista) y Marta Moreno (estudiante en nutrición y dietética)

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