¿Qué son los probióticos?
Aunque los probióticos y todo lo relacionado con la microbiota intestinal está de moda, lo cierto es que no es nada novedoso ya que hace 500 años en China, ya se usaban las heces con el fin de tratar infecciones o intoxicaciones alimentarias.
Pero no es hasta hace apenas 50 años cuando se empezaron a usar bacterias concretas con ciertos fines.
En 1965 podemos encontrar la primera definición de probiótico por Lilly y Stillwell: “Sustancias producidas por bacterias que promovían el crecimiento de otras bacterias”. A partir de 1989, los probióticos se empezaron a considerar bacterias vivas que ingeridas en las cantidades adecuadas otorgaban un efecto beneficioso en el organismo consiguiendo impactar:
- En la microbiota intestinal
- En las células del epitelio intestinal
- Sistema inmune
Los primeros probióticos creados, eran a base de género Saccharomyces o Lactobacillus.
Nuestras células gastrointestinales están expuestas de manera constante a antígenos microbianos y metabolitos. En condiciones normales, la función de barrera intestinal es muy eficaz gracias a diversos mecanismos como las tight junctions, capa de mucus o las células del sistema inmune. Una alteración de la microbiota intestinal puede promover una alteración de la barrera intestinal. La modulación de esa alteración con probióticos nos permitirá actuar sobre:
- El metabolismo
- Mejora la barrera intestinal
- Eje intestino-cerebro
- Disminuye la resistencia antibióticos
- Modula la respuesta inmune
¿Cómo debe ser un buen probiótico?
En primer lugar, el probiótico no debe ser patogénico, es decir, deben ser cepas humanas cultivadas, con una seguridad demostrada.
Además, es necesario que sean capaces de colonizar, que produzcan sustancias antimicrobianas y que modulen respuestas inmunitarias.
Otro de los puntos importantes es que los probióticos tienen que ser resistentes a la digestión.
Gracias a su papel, en una disbiosis intestinal, los probióticos son capaces de modular ese desequilibrio microbiano mediante el aumento de población de determinadas bacterias beneficiosas, modulando procesos inflamatorios, mejorando la integridad de la barrera intestinal, etc.
Las cepas de los probióticos se identifican según su género, especie, subespecie y designación alfanumérica que identifique una determinada cepa. Entre las especies más estudiadas encontramos Bifidobacterium y Lactobacillus.
¿Qué beneficios aporta el consumo de probióticos?
- Activan macrófagos locales para que aumenten la presentación de antígenos a los linfocitos B y que aumenten la secreción de IgA tanto a nivel local como sistémico.
- Modulan el perfil de citoquinas.
- Inducen tolerancia a antígenos alimentarios.
- Dirigen el alimento y compiten con los patógenos por nutrientes.
- Acidifican el medio y producen bacteriocinas que inhiben el crecimiento de patógenos.
- Eliminan radicales superóxido.
- Estimulan la producción de mucina por parte del epitelio.
- Mejoran la función de barrera intestinal.
- Compiten por la adherencia de los patógenos y modifican las toxinas de los patógenos.
En Laboratorio Cobas contamos con distintos suplementos de probióticos. Entre ellos destacan los productos a base de Escherichia coli, Enterococcus faecalis, Lactobacillus acidophilus LA-5 y Bifidobacterium animalis BB-12.