Gracias al desarrollo de las nuevas tecnologías, cada vez sabemos más sobre los microorganismos que habitan nuestro intestino y sobre las funciones que realizan.
Junto a nuestras bacterias, virus y fagos aparecen los hongos intestinales que cobran cada vez más importancia.
¿Qué son los hongos intestinales?
Los hongos intestinales forman parte de nuestra microbiota intestinal. De hecho, en un intestino sano hay más de 60 géneros de hongos y más de 180 especies diferentes. Este dato llevó a acuñar un término diferente “micobiota” que hace referencia al conjunto de hongos intestinales. Los géneros predominantes son Cándida y Saccharomyces.
¿Los hongos intestinales son siempre malos?
Aunque todavía no sabemos cómo es una micobiota sana, sabemos que existen hongos y que cuando están en unos límites son necesarios para nuestra salud, pero cuando aumentan su población pueden cambiar de forma y actuar como patógenos causando infecciones.
Los hongos forman parte del proceso de digestión, de hecho, su colonización y equilibrio dependen de la dieta.
Hongos y bacterias intestinales ¿Trabajan en equipo?
Los hongos participan en el metabolismo de la glucosa y se alimentan de azúcares simples. Esto demuestra que los hongos no actúan por separado de las bacterias, sino que, ambos realizan las funciones metabólicas en conjunto. Por lo tanto, podemos decir que tanto hongos como bacterias, forman parte de un mismo ecosistema.
Además, bacterias y hongos, se mantienen a raya mutuamente y a parte de interactuar entre ellos también lo hacen con el huésped. Esto quiere decir, que al igual que te afecta un desequilibrio bacteriano, también lo hará un desequilibrio fúngico.
Candidiasis, la infección por hongos más común
Como he dicho antes, los hongos viven en nuestro intestino de manera natural, pero cuando crecen en exceso es cuando pueden causar la infección.
La más común es la candidiasis , causada en un 90% por Cándida albicans. Ocurre cuando hay un desequilibrio en el que cándida prolifera y cambia su forma de pelota (levaduriforme) a raíces (hifas) produciendo unas 80 toxinas afectando a nuestra salud intestinal, emocional y a nuestro hígado.
¿Son los hongos indicadores de toxicidad por metales pesados?
Los hongos son conocidos por poder absorber metales pesados, es decir, son quelantes de metales. De hecho, se utilizan para descontaminar distintas superficies. A esto, se le llama bioremediación. La presencia de cándida puede ser una señal de toxicidad por metales pesados.
Para concluir, podemos decir que los hongos intestinales han sido los malos de la película pero que esto no es cierto, ya que en condiciones normales, tienen gran importancia en nuestra salud.