¿Qué son los tendones?
Autor: David López Capapé
El tendón es un tejido conjuntivo especializado para transmitir las fuerzas y conseguir el movimiento del aparato musculoesquelético. Está formado por células llamadas tenocitos, y una gran cantidad de matriz extracelular, sobre todo constituida por colágeno. Existen muchísimos tendones en el cuerpo humano, siendo los más visibles el tendón de Aquiles, el rotuliano, los tendones extensores y flexores del antebrazo y mano, o los extensores de los pies. Todos ellos son como “cables” muy resistentes y con un cierto grado de elasticidad.
Muchos de los deportistas que sufren una rotura del tendón de Aquiles no tenían molestias en el tendón previamente
Los tendones pueden sufrir en ocasiones roturas debido a un exceso brusco de carga o a una tensión superior a la que pueden resistir. Son conocidas las de aquellos tendones que requieren una intervención quirúrgica como el Aquiles, el rotuliano o el cuadricipital. Pueden existir factores genéticos que predisponen a la rotura, pero sobre todo es frecuente a partir de los 35 años. Esto se debe a la pérdida de elasticidad, muchas veces debido a un proceso degenerativo denominado tendinosis (término histológico, no clínico).
¿Qué son las tendinopatías?
Las lesiones más comunes en los tendones son las tendinopatías y sus causas son multifactoriales. Influye el peso corporal, la dieta, la musculatura del individuo, el ejercicio que realiza, etc
La mayoría de los casos se deben a sobrecargas repetitivas sobre el tendón, microtraumatismos asociados a un gesto laboral, deportivo o de las actividades de la vida diaria. Por ejemplo, el tendón de Aquiles de los corredores, el tendón del extensor del carpo en el codo de tenista, o las tendinopatias del manguito rotador producidas en las amas de casa. El término tendinitis lo estamos abandonando y solamente es correcto en algunos casos o fases en los que realmente existe inflamación evidente. En la historia natural de las tendinopatias la mayor parte del tiempo existe dolor y limitación funcional, pero no inflamación importante.
¿Cómo se diagnostican y tratan las tendinopatías?
El diagnóstico de estas patologías es sencillo. La historia clínica y la exploración física del médico es suficiente aunque es bueno complementar el estudio con ecografía y/o resonancia magnética. Esto nos permite una mayor precisión para plantear el mejor tratamiento. Su tratamiento debe comenzar normalmente con medidas conservadoras, siendo la suplementación con todos los micronutrientes específicos del tendón un pilar básico. Además, si existen factores desencadenantes deben modificarse. Por ejemplo, perder peso si existe sobrepeso, evitar un gesto si es el causante, retirar algunas medicaciones como antibióticos.
La fisioterapia es de gran ayuda siempre, comenzando por técnicas manuales, pero ayudándose según cada caso de máquinas como las de tecarterapia, láser o las ondas de choque. También existen técnicas de fisioterapia invasiva.
La suplementación con todos los micronutrientes específicos del tendón es un pilar básico
En algunos casos podemos realizar infiltraciones de colágeno, ácido hialurónico, PRP (plasma rico en plaquetas) o corticoides (si existe mucho dolor o inflamación).
Las tendinopatías crónicas que no responden a medidas conservadoras pueden ser intervenidas con éxito. Los resultados son buenos en la mayoría de los casos, aunque a veces la rehabilitación es larga después de la intervención. Los tendones que operamos con más frecuencia son los del hombro (tendón supraespinoso), que muchas veces sufre roturas en el contexto de la enfermedad. Se pueden resolver casos de cualquier localización y tendón si se realiza la intervención y la rehabilitación y readaptación adecuada.
David López Capapé
Traumatólogo deportivo y cirujano ortopédico