artritis reumatoide

Tratamiento nutricional de la artritis reumatoide

La artritis reumatoide es una enfermedad autoinmune sistémica, de carácter inflamatorio y crónico.La correcta intervención nutricional de un nutricionista..

Tratamiento Nutricional de la Artritis reumatoide

 La correcta intervención nutricional de un dietista-nutricionista, complementa de una manera muy positiva los tratamientos médicos y farmacológicos, ayudando así a mejorar la sintomatología y el avance de esta patología. 

A menudo se cofunde la Osteoartrosis (también conocida como Artrosis), con la artritis reumatoide, ya que ambas presentan afecciones articulares, pero son enfermedades distintas. 

Artritis reumatoide

 Según el National Institute of Arthritis and Musculoskeletal and Skin Diseases la Artritis Reumatoide es una enfermedad autoinmune sistémica, de carácter inflamatorio y crónico. 

Presenta predilección por las articulaciones, siendo ésta la primera estructura comprometida. Con posterioridad se extiende a los elementos colindantes con alteración del cartílago, ligamento y hueso. Se trata de una enfermedad que, además de las molestias ocasionadas por el dolor, puede ocasionar una incapacidad funcional que empeora con el tiempo, suponiendo un verdadero problema para los afectados. 

Principales manifestaciones:

  • Puede aparecer a cualquier edad. Normalmente a partir de los 25 años y su máxima incidencia se encuentra entre los 45-55 años. 
  • Puede desarrollarse repentinamente, en semanas o meses. 
  • Causa enrojecimiento, calor, hinchazón y rigidez matinal en las articulaciones. 
  • Puede presentarse en cualquier articulación y produce daño en cartílagos, huesos, tendones y ligamentos. 
  • Puede originarle un cansancio inusual, fiebres esporádicas y pérdida del apetito. 

Necesidades nutricionales especiales

Al ser una enfermedad crónica que aparece en edades tempranas es frecuente que el uso continuo de los medicamentos pueda provocar un aumento de la permeabilidad intestinal, disbiosis, úlceras pépticas y gastritis. También puede aparecer el síndrome de Sjögren (disfagia, caries, alteración de sabor y olfato) causado por una disminución de la secreción de saliva lo que podría generar inapetencia. 

Las personas con Artritis Reumatoide refieren procesos de inflamación crónica, generando un aumento del metabolismo. Como consecuencia de este estado puede disminuir el peso, la musculatura y verse afectados los mecanismos inmunitarios. 

Por último, también es común encontrar cierta relación con intolerancias y una malabsorción de los nutrientes en el intestino. Esto puede provocar la carencia de algunos micronutrientes que empeoren la enfermedad. 

Recomendaciones dietéticas para la atrititis reumatoide 

Desde la década de 1920, se han utilizado distintas dietas para cubrir las necesidades nutricionales y tratar de mejorar los síntomas de la artritis reumatoide. Según la revista Española de nutrición humana y dietética y otras guías consultadas se recomienda: 

  • Mantener un adecuado aporte de energía. El proceso inflamatorio incrementa las necesidades calóricas y proteicas. 
  • Alimentación equilibrada rica en vitaminas y minerales antioxidantes: Vitamina A, C, E. Minerales como el Zinc y el Selenio puede tener un efecto protector contra el desarrollo de la artritis reumatoide.
  • Mantener una ingesta adecuada de Ca (almendra, sésamo, brócoli etc.) y Vit D (pescados y exposición de 15 min de sol al día). Un alto porcentaje de la población española presenta carencias de Vit D y algunos estudios afirman que a partir de los 50 años aumentan los requerimientos de Ca al disminuir su absorción intestinal.
  • Consumir ácidos grasos esenciales, Omega-3, presentes en el pescado azul, las nueces y las semillas de lino, etc. Actúa como modulador sobre la presión arterial, la dislipemia, la trombosis y la inflamación.
  • Eliminar el consumo de alcohol y tabaco.
  • Disminuir el consumo de grasas saturadas: carnes rojas, embutidos, nata, bollería etc.
  • Si existe pérdida de peso es frecuente que se produzca un déficit de: Magnesio, Manganeso, Zinc, Selenio, vitamina A, D, E, B12 y fosfatos.
  • Vigilar las posibles intolerancias alimentarias adaptando la dieta.
  • Tratamiento de los estados de disbiosis y salud intestinal. Además, la sociedad Valencia de Reumatología ha publicado un estudio que vincula la microbiota con la densidad ósea.
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