Huesos sanos: vitamina D y K
Sabemos mucho sobre la vitamina D y la salud ósea.
La vitamina D se considera una “hormona secateroide” esencial para la absorción de calcio y la mineralización ósea, y se asocia positivamente con la densidad mineral ósea (DMO). Sin ella, no podemos absorber eficazmente el calcio que necesitamos para ayudar a mantener los huesos sanos. Además, en un estudio reciente en Annals of Saudi Medicine , se demostró que los niveles de vitamina D tienen un impacto directo en la DMO; donde los niveles adecuados de vitamina D tuvieron una correlación positiva en la masa ósea entre todos los grupos de edad.
pero, ¿qué sabemos sobra la vitamina K?
Además de la vitamina D, la vitamina K es otra vitamina para el desarrollo de los huesos. La vitamina K es una vitamina liposoluble identificada por primera vez en un estudio sobre coagulación de la sangre por Carl Peter Henrik en Dinamarca. La letra “K” significa Koagulation, un termino danés para la coagulación.
La vitamina K se divide en dos tipos: vitamina K1 y vitamina K2. La vitamina K1 también se conoce como filoquinona o fitonadiona, y la vitamina K2, menaquinona. Los diferentes tipos de vitamina K varían en sus actividades biológicas . La vitamina K1 se almacena principalmente en el hígado y juega un papel más importante en la producción de proteínas de coagulación, mientras que la vitamina K2 se distribuye por todo el cuerpo. La mayoría de nuestras verduras de hoja verde son ricas en vitamina K e incluyen col rizada, hojas de mostaza, acelgas y espinacas.
¿Cúal es la función de la vitamina K?
La vitamina K actúa como cofactor de la enzima, la enzima γ-glutamil carboxilasa (GGCX) en la producción de proteínas dependientes de la vitamina K. La vitamina K es responsable de activar dos proteínas vitales en el cuerpo, la osteocalcina y la proteína GLA de matriz. La osteocalcina es una proteína necesaria para ayudar a mantener la homeostasis del calcio en el tejido óseo. También colabora con las células de osteoblastos para construir tejido óseo sano. Sin suficiente vitamina K, la producción de osteocalcina es limitada y reduce el flujo de calcio al tejido óseo. La proteína Matrix GLA también se encuentra en la vitamina K.
Se debe suplementar vitamina D y K
Por sí solas, las vitaminas D y K tienen beneficios para la construcción ósea, pero funcionan mejor sinérgicamente para mejorar la densidad ósea. Incluso pequeñas dosis de vitamina K benefician la salud ósea, específicamente cuando se toman con vitamina D, ya que ayudan a alterar el metabolismo óseo. Se sugieren varios mecanismos por los cuales la vitamina K puede modular el metabolismo óseo. Ademas de la gamma-carboxilación de la osteocalcina existe una creciente evidencia de que la vitamina K también afecta positivamente el equilibrio del calcio, que es fundamental para el metabolismo óseo saludable.
Según Biomed Research International, la suplementación con vitamina K tuvo efectos significativos y positivos en la salud ósea. Las evaluaciones tomográficas histológicas y microcomputadas demostraron que la suplementación con vitamina K disminuyó la perdida de densidad ósea y hueso trabecular. Además, la suplementación con vitamina K mejoró la función de los osteoblastos y mejoró el nivel sérico de los marcadores anabólicos óseos. El estudio también demostró que la vitamina K mejoró la arquitectura ósea.
Conclusiones
Con su capacidad para promover la formación adecuada de huesos y la absorción de calcio, las vitaminas D y K pueden apoyar la salud general de los huesos. Aunque cada uno juega un papel importante en los niveles de calcio, estas dos vitaminas son mucho más potentes cuando trabajan juntas.