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Importancia del hígado durante la disbiosis intestinal

Marta Moreno nos explica la importancia del hígado y cómo una disbiosis intestinal puede afectarle

El hígado es uno de los principales órganos del cuerpo humano. Tiene gran importancia durante la disbiosis intestinal ya que esta alteración microbiana va a producir un desajuste en la producción de ciertos compuestos afectando directamente al hígado.

Importancia del hígado

Es el principal órgano de detoxificación. Su función principal es la biotransformación. Convierte compuestos liposolubles en compuestos hidrosolubles para facilitar su eliminación.

También se encarga de la síntesis, metabolismo, almacenamiento y eliminación de moléculas, desactivación de fármacos y neutralización de toxinas.

El hígado es esencial en el inicio, progreso y resolución de procesos inflamatorios.

Eje intestino-hígado

El intestino establece una serie de conexiones con distintos órganos extraintestinales como son el cerebro, el hígado o los riñones.

El eje intestino-hígado surge de la estrecha relación y comunicación bidireccional entre ambos órganos, principalmente a través de la circulación portal.

Este eje está implicado en el desarrollo de enfermedades hepáticas como la hepatitis C o el hígado graso no alcohólico ya que una disbiosis intestinal propiciaría el paso de distintos metabolitos al hígado.

Hígado en disbiosis intestinal, ¿Cuál es su papel?

La disbiosis intestinal es el desequilibrio que existe entre los diversos grupos de microorganismos, cuando la microbiota está alterada. En el caso de un aumento de la microbiota portadora de lipopolisacáridos (LPS), los LPS desencadenan inflamación. Si a su aumento se añade una alteración de la permeabilidad intestinal, estos LPS viajan más fácilmente por circulación hasta el hígado donde se unen a receptores (TLR4). Esta unión activa diversas células hepáticas produciendo inflamación, muerte de hepatocitos, fibrosis y cirrosis.

La disbiosis también puede provocar un aumento de la población de bacterias proteolíticas, que en condiciones normales aportan beneficios, pero cuando aumentan de manera excesiva se comportan como patógenos. Un crecimiento excesivo provoca un aumento de la producción de amoniaco susceptible de alcalinizar el pH del intestino. A nivel de hígado, este desequilibrio provoca el consumo de bicarbonato circulante para neutralizar el amoniaco, afectando así al equilibrio ácido-base.

Consejos para cuidar tu hígado en disbiosis

Para cuidar el eje intestino-hígado, es importante empezar por modular, con la ayuda de un profesional de salud, el desequilibrio de tu microbiota, el exceso de inflamación y la permeabilidad intestinal. En cuanto a la alimentación, existen unos consejos básicos, que se deben personalizar y adaptar al estado de salud:

  • Limitar el consumo de alcohol, tabaco, excesivos medicamentos…
  • Cuidar la alimentación aumentando el consumo de frutas y verduras ricas en vitaminas, ácidos orgánicos y minerales alcalinizantes.
  • Reducir el consumo de proteína animal y grasas saturadas
  • Realizar ejercicio físico de manera habitual, de forma moderada.
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