Cómo frenar la artrosis - Laboratorio Cobas

¡Que no te pare la artrosis!

La artrosis está condicionada por la genética y por los hábitos de vida. ¡Ayuda al mantenimiento de la función muscular y tendrás unas articulaciones sanas!

¡Que no te pare la artrosis!

Autor: Jesús Serrano, Fisioterapeuta y Readaptador en Fisioterapia la Moraleja. / La artrosis es una degeneración de las articulaciones directamente relacionada con la edad pero muy condicionada por la genética y los hábitos de vida. Todos acabamos teniendo artrosis pero unos antes que otros, o en mayor o en menor grado en función de lo que nos cuidemos. Contra la genética poco podemos hacer pero sí existen una serie de puntos a cuidar para retrasar o parar el proceso degenerativo:

  • Hábitos alimentarios saludables: una dieta libre de alimentos ultraprocesados y basada en productos frescos de primera calidad tiene un alto poder antioxidante.
  • Suplementos que aseguren un aporte de micronutrientes necesarios para nuestra salud como por ejemplo Orthomol arthroplus
  • Ejercicio físico. Primero el que nos haga mejorar la musculatura de todo el cuerpo y la postura, y segundo el que a cada uno le guste. Hacer ejercicio con cargas o elásticos es necesario para un menor deterioro funcional y articular. ¡No tengas miedo a cargar peso!
  • Reducir el estrés
  • Dormir las horas necesarias.

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La pirámide lesional ayuda a desmontar muchas ideas erróneas que podamos tener. Hay lesiones directas que ocurren por un traumatismo: fracturas, esguinces, roturas de fibras, etc, y otras lesiones, mucho más frecuentes, que tienen un origen menos claro: tendinitis, calcificaciones, condropatías (lesiones del cartílago), etc.  En estas últimas, lo que se suele apreciar es un cambio en la estructura: engrosamiento del tendón, la aparición de un depósito cálcico o irregularidades en las carillas articulares. Esto no ocurre por arte de magia, antes ha tenido que haber un fallo funcional que provoque este daño en la estructura: falta de fuerza, inestabilidad, falta de coordinación, etc. Y a su vez, estos fallos en la función están provocados por un problema genético-metabólico: mala alimentación, crecimiento inadecuado, reposo excesivo, infecciones, etc.

Voy a poner un ejemplo para que quede más claro. Un varón de 40 años que basa su alimentación en comida procesada (bollería, pizzas, refrescos, etc) puede tener un déficit de ciertos micronutrientes que le hacen recuperar peor después de los 3 días de gimnasio, partidito de pádel y escapadita en bici semanal. Probablemente, los primeros meses no llegue a tener problemas pero los meses posterior puede empezar con problemas en el tendón de aquiles porque no se le han aportado los requerimientos metabólicos debidos: vitaminas, minerales, electrolitos… Dicha tendinitis puede permanecer meses y hacerle reposar para que los pocos micronutrientes saludables aportados puedan focalizarse en dicho tendón… Es decir, la mala alimentación (ultraprocesados) le han hecho tener una peor función de su tríceps sural (gemelos y sóleo) que le ha llevado a un problema estructural (tendinitis).

Algo que observo diariamente en mi consulta es cómo se sube y se baja el paciente de la camilla. Hay pacientes de 40 años que les cuesta un mundo y otros de 70 años que son muy ágiles.  El factor determinante es el nivel de actividad física y una vida activa basada en ejercicios aeróbicos, de fuerza y de agilidad, que aseguran el mantenimiento de la función muscular. Y esta, a su vez, es la responsable de que nuestras articulaciones se mantengan sanas muchos años. ¡A moverse más!

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