Afronta la vuelta al cole con la mejor alimentación para los más pequeños
Después del verano, nos toca volver a la rutina habitual: colegio, actividades extraescolares, trabajo, madrugones, etc. En muchas ocasiones, la ‘vuelta a la normalidad’ se tercia realmente complicada tras el cambio que se ha producido en nuestro estado físico y mental durante estos meses.
Esto no debe ser motivo de preocupación. Los más pequeños, al igual que los adultos, necesitan un breve periodo de adaptación para recuperar fuerzas de cara a los meses venideros.
Cambio en los hábitos nutricionales
Los niños, a diferencia de los adultos, no tienen desarrollado totalmente su sistema inmune por lo que son mucho más propensos a desarrollar un cuadro vírico. Las vitaminas son fundamentales para el correcto funcionamiento y desarrollo del organismo de nuestros hijos, sobre todo durante el crecimiento. De hecho, la ausencia de alguna de ellas puede ser la responsable de su bajo rendimiento escolar.
La ‘vuelta al cole’, además de trastocar el horario, provoca que los hábitos alimenticios también cambien. La alimentación es clave; por ello es importante intentar que mantengan una dieta saludable rica en frutas, verduras, carne, pescado y cereales.
¿Qué vitaminas y alimentos son necesarios en la dieta infantil?
Una dieta adecuada debe cubrir las 13 vitaminas que el cuerpo necesita para su desarrollo. Sin embargo, las más importantes dentro de la dieta infantil son las siguientes:
- Vitamina A: importante para el desarrollo de la visión y los huesos. Ayuda a proteger al organismo contra infecciones. Además, favorece el crecimiento de las células y de los tejidos del organismo (cabello, uñas y piel). Se encuentra en la zanahoria, calabaza, brócoli o tomate, entre otros.
- Vitamina B12: vitamina importante para el metabolismo del tejido nervioso, es esencial para el desarrollo intelectual de los más pequeños. La puedes encontrar en el pescado, el hígado o la carne.
- Vitamina C: favorece la formación y reparación de los glóbulos rojos de la sangre, los huesos y los tejidos del cuerpo humano. Presente en alimentos como la naranja, el pimiento rojo o el kiwi, ayuda al mantenimiento de las encías y a la cicatrización de heridas. La vitamina C protege las defensas del organismo ante las infecciones y le ayuda a absorber el hierro.
La vitamina C, B12 y ácido fólico son hidrosolubles por lo que deben incorporarse en la dieta de manera habitual.
- Vitamina D: nutriente importante que ayuda a la incorporación del calcio procedente de los alimentos que ingerimos, por lo que favorece el desarrollo de unos huesos fuertes. Existen pocos alimentos con esta vitamina. Destacan el pescado graso y los aceites derivados del propio pescado.
- Vitamina E: limita la producción de radicales libres. Además, es importante para el sistema inmunológico de nuestros hijos, así como en la reparación del DNA. Se encuentra en las almendras, el mango o el aceite de girasol.
- Vitamina B9 (Ácido fólico): Presente en el brócoli, espinacas o los cítricos, desempeña un papel esencial en la formación del material genético de las células y en el desarrollo de los glóbulos rojos.
¿Qué hacer cuando la dieta no es suficiente?
En algunas ocasiones la alimentación no es suficiente para cubrir las vitaminas que necesitan nuestros hijos para la formación y el desarrollo de su organismo. En las infecciones de repetición, el sistema inmune consume una gran cantidad de nutrientes para poder proteger al organismo y facilitar una rápida recuperación, y estas necesidades aumentadas pueden hacer que los nutrientes ingeridos con la alimentación no sean suficiente. Por otra parte, existen diversos estudios que evidencian que hay muchos niños con déficit nutricionales como consecuencia de una mala o incorrecta alimentación.
La mitad de los niños de entre 6 y 9 años tiene algún grado de sobrepeso1.
En estos casos, para suplementar estas carencias, son recomendables los complementos alimenticios como Orthomol Junior C Plus. Gracias a los micronutrientes que incluye, como el selenio, el zinc o las vitaminas C y D, favorecerán el correcto funcionamiento del sistema inmune de los más pequeños. Con el fortalecimiento de sus organismos, además, ayuda a evitar cualquier tipo de enfermedad infecciosa recurrente, como los resfriados o la otitis media.
Ya sea mediante la suplementación nutricional o mediante la dieta, lo más importante es ayuda a mejorar las defensas del sistema inmunitario de los más pequeños para que puedan defenderse ante cualquier agente patógeno.
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Estudio Aladino 2015. Estudio de vigilancia del Crecimiento, Alimentación, Actividad Física, Desarrollo Infantil y Obesidad en España. 2015 (link)