Las personas que practican deporte no sólo se sienten mejor, sino que gozan de mejor salud. El estrés se alivia más rápidamente y los músculos, el cuerpo y el sistema inmunológico se fortalecen.
Para lograr estos beneficios, es importante que la actividad realizada se adapte a la condición física de cada uno, ya que las actividades deportivas son un verdadero desafío no sólo para el aparato locomotor, sino también para el sistema cardiovascular. Las fases de descanso son muy importantes para una buena recuperación del organismo.
Para realizar un buen entrenamiento y mejorar el rendimiento, la recuperación y la resistencia, es de vital importancia llevar a cabo una dieta equilibrada.
La mayor parte de la energía proviene de los hidratos de carbono y las grasas. Asegurar una ingesta suficiente de ácidos grasos poliinsaturados (como los ácidos grasos Omega-3) es esencial, ya que el cuerpo sólo los produce de forma limitada y su aporte se realiza principalmente a través de los alimentos. Las proteínas también son indispensables por su papel en el desarrollo y mantenimiento de la musculatura. No sólo hay que tener en cuenta la cantidad, sino también la calidad de los alimentos que se ingieren.
Los micronutrientes más importantes por su influencia en el rendimiento deportivo:
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