El hueso es un órgano vivo en constante actividad. Tenemos aproximadamente 212 huesos de diferente tamaño, forma y función.
Sus funciones más importantes son:
Las células óseas son las encargadas de remodelar el tejido óseo:
La remodelación ósea es controlada por una compleja interacción de hormonas, vitaminas y minerales en combinación con la tensión mecánica. Un aporte equilibrado de vitaminas y otros micronutrientes y la realización de ejercicios adecuados contribuyen al mantenimiento de una buena salud ósea.
La matriz extracelular está formada, a su vez, por un 68% de fracción inorgánica o mineral y un 30% materia orgánica.
Aunque el crecimiento de los huesos se completa al terminar la pubertad, la sustancia ósea está sujeta a un proceso de renovación permanente. La masa y la resistencia ósea alcanzan su punto máximo alrededor de los 25 años.
Tras esto, se produce una reducción gradual en la que el tejido óseo disminuye de forma constante. El desequilibrio hormonal que sufren las mujeres en la menopausia provoca que estos se vean más afectados con el paso del tiempo.
Cuanto más tejido óseo se haya creado en la fase de construcción, mayor estabilidad tendrán los huesos a una edad avanzada.
La ingesta adecuada de vitaminas como la D, K, C, ácido fólico; minerales como el calcio, zinc, cobre, manganeso, etc., y otros micronutrientes durante todas las etapas de la vida juega un papel esencial en la salud ósea, ya que afecta a la densidad mineral de los huesos y, por tanto, a su fuerza y resistencia.
Rellena nuestro formulario de contacto y te contestaremos en la mayor brevedad posible.