paraprobioticos

Paraprobióticos – La nueva generación de probióticos

Paraprobiótico, definido según los expertos como el “material no viable de origen microbiano (microorganismos inactivos o fracciones celulares).

Paraprobióticos – La nueva generación de probióticos

La OMS define el término probiótico cómo “microorganismos vivos que administrados en cantidad adecuada ejercen un efecto beneficioso sobre la salud del huésped“. Ha podido constatarse que estos microorganismos no necesariamente deben colonizar el órgano diana, aunque si llegar vivos en cantidad suficiente como para afectar a su microecología y metabolismo.

En la actualidad, paralelamente a la difusión del concepto probiótico, emergen otros conceptos. Uno de ellos es el de paraprobiótico, definido según los expertos como el “material no viable de origen microbiano (microorganismos inactivos o fracciones celulares) que habrían demostrado que pueden tener beneficios para la salud humana y/o animal“. Estos tendrían la ventaja de ser productos más seguros y estables.

Historia de su aplicación

Aunque se le haya otorgado un nombre novedoso al concepto, el empleo de bacterias catalogadas como probióticas en forma inactiva (pasteurizadas o autorizadas) cuenta con una larga tradición, especialmente en países como Alemania.

Los paraprobióticos se han incluido tanto en formulaciones que solo contenían bacterias inactivas como formando parte de formulaciones que incluían también bacterias vivas. Su inclusión en este tipo de preparados se ha efectuado a partir de la constatación de que su administración induce una respuesta biológica “diferente” a la que generaría la bacteria viva y metabólicamente activa.

¿Conocemos sus mecanismos de acción?

En el marco de un creciente interés por la microbiota, así como del gran desarrollo de los probióticos como recursos terapéuticos, el numero de investigaciones se ha multiplicado. Entre ellas, las publicaciones que constatan la respuesta biológica inducida por la administración de bacterias inactivadas.

Las investigaciones parecen confirmar que la respuesta biológica por los microorganismo probióticos puede estar tanto relacionada con la actividad metabólica de la bacteria viva, como en parte también ligada a elementos estructurales de la bacteria con actividad antagónica.

La comprensión de los mecanismo de acción de estos microorganismos plantea grandes expectativas para el empleo de productos con criterios, conceptualmente distintos que no se ajustan estrictamente a la definición de probiótico.

Usos, estudios y seguridad

La eficacia y seguridad de cualquier formulación debe ser contrastada por científicos y expertos a través de estudios e investigación. Uno de los estudios que recoge la eficacia de una formulación, que contenía en su totalidad bacterias inactivas, es el doble ciego (n=606) publicado en The Journal of Allergy en 2012. Este estudio concluyó que la administración de autorizado estéril Escherichia coli y Enterococcus faecalis (ProSymbioflor®) puede prevenir la dermatitis atópica regulando los mecanismo de defensa del propio organismo a edad temprana.

Otro estudio publicado en Nature Medicine en 2019 prueba que en un ensayo con pacientes con sobrepeso y resistencia a la insulina, la suplementación con Akkermansia mucinisphila en un preparado con bacteria viva y pasteurizada (inactivada) fue segura y mejoró varios parámetros metabólicos. Esto pone de antemano no solo que la administración de algunas bacterias en forma inactiva pueden inducir una respuesta biológicamente “diferente” a la que induce la bacteria viva, sino que, además su uso es más seguro sí cabe.

En la actualidad existen infinidad de marcas comerciales que distribuyen todo tipo de combinaciones probióticas, por ello es importante recurrir al asesoramiento de los profesionales de la salud para que nos recomienden aquellos que cumplan con los estándares de calidad, asegurando su efecto y seguridad.

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