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Vitaminas para subir las defensas del sistema inmunológico

Existen distintos micronutrientes con un importante papel inmunomodulador. El déficit de distintas vitaminas y minerales está implicado en una alteración del funcionamiento del sistema inmune. Marta Moreno nos cuenta cuáles son esos micronutrientes.

¿Existen vitaminas para subir las defensas del sistema inmunológico?

El sistema inmune  es un sistema muy complejo que nos defiende frente a agentes extraños. La primera línea de defensa la constituyen las barreras físicas y químicas como la piel, las mucosas, sus secreciones y la microbiota protectora. Cuando los patógenos han conseguido atravesar la primera línea de defensa, se ponen en marcha unos mecanismos de defensa como son la inmunidad innata y la adaptativa.

Es aquí cuando cobra importancia el efecto inmunomodulador de las vitaminas y minerales

¿Cuándo debemos sospechar que tenemos que subir las defensas?

Debemos sospechar que nuestro sistema inmune está comprometido cuando:

  • Cuando estamos demasiado cansados para la actividad que hacemos
  • Nuestras heridas tardan en cicatrizar
  • Úlceras bucales y problemas de piel
  • Dolores musculares sin haber practicado ejercicio
  • Fragilidad de cabello y uñas

Las vitaminas y minerales tienen un papel esencial para la integridad y funcionamiento del sistema inmune. Existen ciertos nutrientes con efectos inmunomoduladores, estos son:

  • Vitaminas A, E y D
  • Ácido fólico
  • Vitamina B6 y B12
  • Vitamina C
  • Y minerales como zinc, cobre, hierro y selenio

Vitamina A y su papel en el sistema inmunológico

La deficiencia de vitamina B12 se puede deber al seguimiento de dietas veganas o vegetarianas y también a una malabsorción por cuestiones relacionadas con la edad. Entre los síntomas más comunes de su deficiencia destacan el dolor de cabeza, problemas gastrointestinales, inflamación y la fatiga. La fatiga se desarrolla por una alteración de la producción normal de glóbulos rojos. Al haber un menor número de glóbulos rojos disminuye la capacidad de transporte de oxígeno, lo que se relaciona con la aparición de fatiga.

Para evitar situaciones de deficiencia o remediarlas se debe incluir en la dieta alimentos ricos en vitamina B12 que destacan por ser de origen animal como el hígado, las almejas, el atún y el salmón. En el caso de seguir dietas vegetarianas o veganas la suplementación es la única forma de ingesta de esta vitamina.

Déficits de vitaminas liposolubles, ¿Afectan a nuestras defensas?

Una ingesta inadecuada de vitamina E está asociada a una peor respuesta inmune y al desarrollo de enfermedades neurológicas. Además, el efecto inmunomodulador de la vitamina E aumenta la resistencia a ciertas enfermedades infecciosas. Debido a su función antioxidante la vitamina E se consume durante los procesos oxidativos.

La vitamina D también ejerce un importante papel en el sistema inmune reduciendo la producción de citoquinas proinflamatorias y aumentando la capacidad fagocítica de las células inmunitarias.

Vitamina C y vitaminas del grupo B ¿Pueden subir las defensas?

Un déficit de vitamina C está asociado a padecer un aumento en la susceptibilidad a sufrir infecciones, sobre todo, del tracto respiratorio superior. Este riesgo está aumentado en individuos que practican ejercicio físico de forma intensa.

El déficit de B6, tiamina y riboflavina también producen alteraciones del sistema inmune, reduciendo el tamaño del timo.

Minerales necesarios para el sistema inmune

Minerales como zinc, hierro, selenio y cobre, actúan como cofactores de numerosas reacciones y además son necesarios para una correcta protección a infecciones. Deficiencias de estos minerales nos hacen más susceptibles a infecciones virales, microbianas y parasitarias.

La deficiencia de hierro es la más extendida por el mundo. Esta deficiencia causa anemia. Actualmente debido a la dieta y estilo de vida de los países occidentales, estas deficiencias también se producen en países desarrollados.

¿Dónde podemos obtener estos nutrientes?

Todos estos nutrientes los podemos obtener de la alimentación, teniendo en cuenta que debemos basar nuestra alimentación en productos vegetales. Entre las fuentes dietéticas donde podemos encontrarlos están:

  • Vitamina C: la encontramos en frutas, verduras y hortalizas como los cítricos, pimiento, los kiwis.
  • Vitamina A: esta vitamina liposoluble la podemos encontrar en productos de origen animal como los huevos, lácteos, vísceras… o en productos vegetales como la zanahoria y la calabaza.
  • Vitamina E: la encontramos principalmente en el aceite de oliva, en cereales integrales y en frutos secos
  • Vitamina D: la principal fuente es el sol, pero la podemos obtener también de pescado azul o huevo.
  • Vitaminas del grupo B: Las podemos encontrar tanto en vegetales como en productos animales (a excepción de la B12 que solo está en productos animales).
  • Minerales como Zinc, selenio, hierro y cobre: Los podemos encontrar en cereales integrales, legumbres, semillas y productos animales.

Si aun así con la alimentación seguimos sin poder cubrir los requerimientos y nuestro sistema inmune sigue comprometido, podemos valorar la suplementación. Esto debe hacerse siempre teniendo en cuenta la calidad y seguridad de los multivitamínicos farmacéuticos.

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